jueves, 29 de junio de 2017
SOBRE LA POSVERDAD
¿Habéis tomado nota? La palabra "posverdad" va a ser incorporada al diccionario, va a dejar de ser una palabra fantasma. Por si no lo sabéis este nuevo término o neologismo se empleó por primera vez en 2003, e indica que vivimos en una época en que la verdad importa menos que las emociones, los sentimientos, las preferencias, los intereses..., es decir, que ahora mentir es lo más natural si con ella se satisfacen los sentimientos de aquellos que justifican tu mentira en aras a conseguir un fin, ya sea alcanzar el poder, desprestigiar a un partido político o, sin ir más lejos, justificar un referéndum ilegal.
Esto tiene unas connotaciones tremendas, ya lo estamos viendo. El término democracia, que fue el valor que guió a los actores políticos de la Transición para superar una situación endiabladamente compleja, que pudo habernos conducido a otro enfrentamiento secular, hoy día ha perdido su fuerza, hoy lo que prima en la política y estrategia de los actores políticos no es consolidar la democracia, es la lucha por el poder, y a ello se entregan si pudor mintiendo descaradamente, desprestigiando sin pudor, otras exagerando, las más manipulando...
Y no, no ocurre solo en España, ocurre en todas partes, ocurre en Rusia, ocurre en EEUU, ocurre en Europa, ocurre en Turquía, ocurre en Venezuela... La lucha por el poder ha desplazado a aquellos valores democráticos en los que se han basado los partidos políticos para llevar a cabo su labor política, ahora eso cuenta poco, la honestidad cuenta poco, ahora lo que se lleva es defender a capa y espada lo propio aunque sea indefendible y atacar lo ajeno aunque no haya por dónde, que siempre se encuentra un resquicio para atacar y si no se inventa.
En realidad, y aunque no sea ningún consuelo, es lo que siempre se ha hecho, pero ahora con total descaro, lo cual ha hecho posible que Donald Trump esté en la Casa Blanca, que haya vencido el Brexit, que Erdogan haga y deshaga en Turquía a sus anchas, que Putin, un impresentable, ejerza como un nuevo Zar en Rusia, que Maduro no deje de decir sandeces y cometer barbaridades y siga en el poder... En fin, para qué seguir. El mundo se está convirtiendo en un lugar irrespirable. Es lo que tiene vivir en la época de las posverdad, cuya característica principal es que le verdad es la invitada de piedra.
Es bueno en estos casos recurrir a los amigos, que si lo son de verdad, no ha hecho mella en ellos la posverdad. Y aprender a defenderse de ella, para lo cual hay que estar bien informado. Que seáis felices y tengáis un fin de semana de lujo. Un saludo.
sábado, 24 de junio de 2017
MUJERES NORMALES
"Todas las flores del desierto están cerca de la luz.
"Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo.
"Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo.
"Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio, o se compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de chino.
"Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran sólo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento.
"Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden cuantas patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz.
"Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico, y esperan al novio ilusionadas con vestidos de fresas. Y se ríen libres de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso.
"Las mujeres normales derrochan belleza, no glamur, desgastan las sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la
espalda. Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos.
"Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que te aman y las que amamos. Sólo hay que saber mirar más allá del tipazo, de los ojazos ,de las piernas torneadas, de los pechos de vértigo. Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigo de la forma y
enemigo del alma. Vértigo de divas, y llanto de princesas.
"Las verdadera belleza esta en las arrugas de la felicidad..."
Este hermoso texto es de Varga Llosa, premio Nobel de Literatura de 2010. En él, pondera la belleza y la sencillez de la mujer normal, de esas mujeres que no salen en revistas, que derrochan belleza pero no glamour, que se ríen a carcajadas... Sin embargo, ya lo sabéis ha elegido a Isabel Preysler, que es la sofisticación en persona, que huele a Chanel, no a moras y a regaliz, que toma champán, no cerveza... En fin, una mujer completamente opuesta a la que describe en el texto.
¿No se podría aplicar aquí perfectamente el refrán que afirma que "una cosa es predicar y otra dar trigo"? Los ideales de juventud permanecen en nosotros intactos, hablan de nosotros, de cómo éramos y cómo pensábamos, pero el tiempo pasa y no pasa en balde, los ideales se quedan atrás mientras nosotros envejecemos, y aunque sigamos añorando aquellas cosas que en un momento de nuestra vida nos inspiraron la realidad acaba por imponerse y lo que veíamos atractivo y deseable, aunque lo siga siendo, ya no lo es para nosotros, pues vemos la vida y las cosas bajo otra luz, la que alumbra nuestra experiencia.
Saludos.
Saludos.
miércoles, 21 de junio de 2017
REYES
Y como todo tiene su contrario, en otro
reino lejano, del que este rey no tenía noticia, había otro rey que era muy pequeño, más
pequeño que Dani de Vito, y era fama que durante su largo reinado no aceptaba
invitaciones de ningún otro rey ni las cursaba, pues ningún rey era más pequeño
que él. Y si algo no puede permitirse un
rey es ser pequeño, mucho menos
experimentarlo.
Y
hete aquí que ambos reyes tenían hijos e
hijas cuya estatura concordaba con la de sus respectivos regios progenitores. Enterados
ambos monarcas de tan curiosa circunstancia acordaron, tras largas negociaciones a través
de sus enviados, casarlos entre sí con la esperanza de que sus descendientes
tuvieran la media de sus estaturas, solucionando así el problema de
incomunicación que postraba a sus reinos, pues estaban al margen de las grandes decisiones de los demás dominios.
Sin
embargo, por mentira que parezca, la múltiple boda no pudo finalmente celebrarse,
pues el rey chico se negó a que se celebrara en el reino del rey alto,
y este de ninguna manera estaba dispuesto a
consentir que el enlace se
celebrara en otro reino que no fuera el suyo. El primero, porque no quería
pasar por la humillación de estar permanentemente mirando hacia arriba y que lo
deslumbrara el sol, y el segundo porque tampoco estaba dispuesto a mirar a su
colega desde abajo, pues había sabido que el rey chico había preparado un trono
más alto que el rey grande para que este se viera obligado a levantar la vista
para mirarlo, y además, asistiría a la boda encaramado en unas
andas para estar siempre a la altura del rey alto.
Total, que el acuerdo de casar a sus respectivos
hijos e hijas hubo de ser cancelado por
una cuestión de altura, de lo cual se hicieron eco las respectivas gacetas de
ambos reinos, ninguna de las cuales dijo la verdad, pues mientras la del rey
chico aseguraba que la cancelación se debía a la poca altura de miras del rey
alto, la de este último informaba que se
debía a la escasa estatura como rey del rey chico.
La cosa pintaba mal, pues la posibilidad de
una cruenta guerra entre ambos reinos se perfilaba en el horizonte con tintes
de luto, como los sombríos nubarrones que anuncian tormenta. Y así habría sido
de no ser porque las hijas del rey chico
se habían ilusionado con verse casadas con sus respectivos partenaires del rey
grande, de los que sabían, por el
enviado de su padre, que eran altos y apuestos, y muy simpáticos, un
verdadero sueño para las dos. De manera que salvando todas las barreras, tras
haberlo decidido entre ellas en el mayor de los secretos secretísimos, salieron
una oscura noche de palacio a uña de caballo y se personaron en el palacio del rey alto tres días después, de madrugada, y sin cortarse un pelo pidieron audiencia aun a costa de ser colgadas por
importunar al rey a tales horas.
Ahora bien, debieron de traer bien aprendida la lección y efectuar
su presentación en la corte como mandan
los cánones regios, pues el rey las
acogió de buen grado y estuvo de acuerdo en satisfacer sus deseos matrimoniales,
frotándose las manos de gusto, pues ahora obligaría al enano de su colega a
venir a su reino.
Cuando el rey chico supo de la huida de sus herederas montó en cólera y empezó a dar
saltos, es decir, saltitos sobre el trono, y juró por todos sus ascendientes
vivos y muertos que a lo máximo a que podrían aspirar a regir sus hijas a partir
de ese día era una tienda de
ultramarinos.
No opinaba igual el rey alto, el cual, a
través de un correo, le envío una carta en la que le comunicaba que la reina y él habían acordado
cumplimentar los deseos de sus hijos, de los suyos y de las de él, de querer casarse,
y que el enlace tendría lugar la semana siguiente, coincidiendo con el
aniversario de su coronación, por tanto,
si quería a sus hijas y conservar su
reino lo mejor que podía hacer era asistir
a la real boda, de lo contrario se quedaría sin descendencia para sucederle y
su reino caería en manos de su hermano,
conocido en todos los serrallos del reino, circunstancia que sería aprovechada
por los partidarios de la república para pasarlo por la guillotina e instaurar
la república.
Los pelos de punta, así fue como se le puso
al rey chico su bosque piloso cuando leyó la carta. Ante lo cual dispuso que se preparara todo lo necesario para la partida
sin demora.
La nutrida comitiva real se personó en el
alejado reino un día antes de la boda. Iba el rey encaramado a lomos de un
elefante africano, con la concebida idea de no tener que levantar la vista
cuando saludara a su igual. El rey alto
recibió a la comitiva real con todos los honores a lomos de otro elefante,
pero el rey chico no quiso bajarse del suyo hasta que el rey alto no hiciera lo
propio y se sentara.
Así hubieran estado discutiendo hasta el día
del Juicio de no ser porque la reina, la consorte del rey chico que lo
acompañaba en la grupa del proboscídeo, tenía necesidad imperiosa de ir al
excusado, y así se lo manifestó a su regio esposo. “Querido, si no quieres que
rompa aguas menores encima del elefante y este se encabrite y nos mande al
foso, os ruego me ayudéis a hacerlo a mí”.
Y así fue como, gracias a una perentoria
necesidad biológica humana, aunque real, ambos reyes se bajaron de sus
respectivas monturas y se dieron una abrazo después de saludarse cordialmente,
aunque hay que decir, en honor a la verdad, que el rey alto realizó esfuerzos
sobrehumanos por no reírse, y que el rey chico se contuvo las ganas de darle
una patada en las espinillas a su futuro consuegro. Todo por la felicidad de sus hijos y el bien
del reino, claro.
martes, 13 de junio de 2017
MOMENTOS
Hay un refrán escocés que dice que «lo que no se pueda hacer en
cualquier momento no se hará nunca», seguramente por eso inventaron el whisky.
Tal vez lleven razón estos escoceses de falda y gaita, hay que estar en
disposición de hacer cualquier cosa en cualquier momento. Lo delicado es
atreverse.
Aún conservo en mi retina la imagen de Al Pacino bailando aquel inolvidable tango en la no menos inolvidable película “Perfume de mujer”, escena en la él que se acerca a la chica que esperaba a su novio y le pregunta si podía sentarse con ella, y esta le responde: “estoy esperando a alguien”. Entonces él le hace otra pregunta: “¿Enseguida?” Y ella precisa: “No, en un momento”. Es cuando él suelta la frase inolvidable: “En un momento. A veces se vive una vida en un momento”. Los pelos de punta al recordar los momentos que pudieron ser y no fueron vividos y que pueden justificar una vida, esos que, si no los vives en ese momento, ya no los vives
lunes, 12 de junio de 2017
DE DONACIONES Y OTRAS CAUSAS
Estos días atrás ha levantado una gran polvareda el anuncio de que
Amancio Ortega, el dueño de Inditex, iba
a donar a la Administración Pública, es decir, al Estado, 320 millones de euros
para la adquisición de equipos de diagnóstico contra el cáncer de última
generación. Esta donación no es la primera que hace este
exitoso empresario, pues con anterioridad ha donado diversas cantidades a las
CCAA para el mismo u otros fines.
A mí particularmente me ha
llamado la atención que Podemos, este partido surgido de la indignación
ciudadana por la torpeza de los partidos
tradicionales, más atentos a enriquecerse que a gobernar, no parece sino que es el portador de las
esencias éticas y morales de la sociedad desde entonces, y como no podía ser
menos ha pedido que se rechace la donación, pues, ha venido a decir, es una
humillación para el Estado que un particular financie las necesidades de la
Administración en el ámbito de la sanidad, que lo que tiene que hacer el donante
es pagar sus impuestos, como dando a entender que no los paga, y que sea el
Estado el que determine cuáles son las necesidades sanitarias del país, lo cual
ha tenido la respuesta a la contra de otros partidos y asociaciones y
personalidades que sí están de acuerdo con la donación y la apoyan.
Yo, un simple particular, voy
a atreverme a opinar sobre esta
polémica donación, y lo
primero que voy a decir es que su
rechazo por parte de Podemos y las organizaciones que lo apoyan es ideológica,
de eso no hay duda, pues la donación es de tradición liberal, católica y
conservadora y se lleva a cabo en muy diversos ámbitos, cosa que no ocurre en
los regímenes comunistas, donde el Estado controla y planifica la economía y
asigna sus recursos a cada actividad y ámbito de actuación. Pero ya sabemos por experiencia histórica que
la economía planificada no ha funcionado
debido a su rigidez, pues está basada
en el control estatal de todas las actividades económicas y de los medios de
producción, lo que supone mantener una estructura administrativa burocratizada de proporciones mastodónticas, organizada de
forma vertical y piramidal, hermética a
cualquier modernización o cambio, lo que
finalmente lleva al colapso, que es lo
que ha pasado en la Unión Soviética.
Esto no quiere decir que el sistema de libre mercado que ha adoptado el
capitalismo es la solución, pues es un
sistema perverso basado en el consumismo que está acabando con los recursos del
planeta y con la dignidad humana, pues su funcionamiento se basa en el lucro
personal, que es como alimentar el egoísmo humano, que prima al que dispone de capital y al que carece de
escrúpulos para obtenerlo, y el que no dispone
de él tiene que pedir, y si no tiene lo roba, o se corrompe, o se vende, o trafica
con drogas, o con armas, o forman grupos mafiosos para delinquir, o bandas
criminales organizadas para el delito. Es
lo más parecido a la ley de la selva. Aun así el capitalismo funciona, ha generado mayor bienestar social que el
comunismo, ha desarrollado un sistema de derechos y libertades que el comunismo ni ha intentado, y la intervención estatal en la economía ha
corregido razonablemente las perversiones del libre mercado.
¿Qué sucede? Que los que aún creen que el
comunismo es una buena manera de organizar la sociedad política, social y económicamente pese a su fracaso no admiten
que el capitalismo sea mejor sistema, pues son sus víctimas –todos los sistemas
las tienen- por tanto atacarán todas sus manifestaciones, y una de ellas es la donación,
pues saben que solo los ricos puede donar, con sus donaciones fortalecen el
estado de derecho que ellos odian y quieren destruir y porque las donaciones son
de derechas. Y estando ellos en contra del liberalismo y de la Iglesia y de los
ricos no van a alabar sus gestos altruistas, pues les quitaría votos y
credibilidad.
De todas formas no todo es bueno en las donaciones, nada en lo que interviene el dinero es inocente, es, digamos, de entre
lo malo, lo mejor. Ortega lava su cara, se crea una imagen, puede deducirse el
40 % de su donación, se hace publicidad gratuita, no lo da para lo que necesite
la administración, lo da para comprar equipos de diagnóstico contra el cáncer
sin saber si esa es la necesidad más perentoria o hay otras, luego cabe pensar
que a él le interesa que se destinen a eso, ¿por qué? No lo sabemos. Dicen que porque él
superó un cáncer por disponer de medios y quiere que el Estado disponga de esos
medios para los más necesitados.
Por tanto, pese a sus
inconvenientes, rechazar de plano la
donación no es razonable, pues no solo puede salvar vidas, sino que su rechazo,
como he dicho antes, no es racional, sino ideológico, y si hay algo que margine
de manera flagrante a la razón es la ideología. En esta vida nada es puro ni prístino, todo
tiene sus impurezas, por tanto lo que debemos hacer es analizar si el hecho
beneficia más que perjudica. Y en este caso beneficia. Esto es lo que
verdaderamente importa, no si la donación es interesada o no, pues en esta vida
ni siquiera el amor es puro.
sábado, 10 de junio de 2017
SOLO ANTE EL PELIGRO
La primera vez que vi la inolvidable película "Solo ante el peligro" yo era un niño, y no, no la entendí, no es una película para niños, pero la vi, hay cosas que hay que ver y libros que hay que leer aunque no se entiendan, es mucho peor no ver nada ni leer nada, pues algo siempre se queda.
Pero la he visto ya de adulto, y más de una vez. Es una de esas películas que te traspasan, que te
ponen la piel de gallina, que te entristecen y al mismo tiempo fortalecen tu fe
en el hombre, porque de lo que te habla esta cinta es de eso, de la miseria y
grandeza del hombre, puesta de
manifiesto en la cobardía del pueblo que le da la espalda a su sheriff, y en la
valentía de este, que se enfrenta solo a la muerte. Y lo hace además, no porque tenga obligación
legal de hacerlo –él ya no es sheriff- sino porque siente que esa es su
obligación, hasta el punto de que su propia esposa le da la espalda.
Son muchas las lecciones que podemos extraer
de esta extraordinaria cinta, pero de entre todas me quedo con una: cuando lo
que está en juego es nuestra dignidad no esperemos que sean los demás quienes
nos la den, somos nosotros quienes hemos
de ganárnosla sin ayuda de nadie, pues los demás tratarán de quitárnosla para
justificar su indignidad. Ver películas como esta oxigena el espíritu.
Tal vez extrañe que traiga a colación una película que se rodó en el año 1952, que ya ha llovido desde entonces, pero si es así no debería, pues sigue teniendo plena actualidad y valores éticos como para mencionarla en cualquier contexto, incluso sin venir a cuento.
No obstante, la traigo porque el heroísmo que despliega la figura del sheriff, que interpreta de manera magistral Gary Cooper, me recuerda al heroísmo ciudadano de nuestro compatriota Ignacio Echeverría, que en viendo como los terroristas asesinos de Londres atacaban a una chica armados de cuchillos, salió en su defensa armado de un monopatín sin pensar en otra cosa que en socorrerla, gesto que le costaría la vida, pero que salvó otras muchas.
Hay que descubrirse, pues de gestos como el de Ignacio está necesitado el mundo, de personas como Ignacio está necesitada esta sociedad cobarde y egoísta, pues si hubiera muchos como él ya habríamos ganado la batalla, ya habríamos hecho huir a los malos. Él es el ejemplo a seguir, pero desgraciadamente lo seguirán muy pocos, como no lo siguieron sus amigos a los que yo no voy a juzgar, son ellos los que tendrán que preguntarse si pudieron salvarle la vida si lo hubiera secundado, si junto a él se hubieran enfrentado al mal.
Has muerto, Ignacio, pero en nuestros corazones serás inmortal.
sábado, 3 de junio de 2017
REFLEXIONES
Y hablando
de valores, hay que recordar, porque es sano hacerlo, que el capitalismo los pisotea, pues no es de
recibo que haya gente que pasa hambre mientras
otros nadan en la abundancia, ni es de recibo que la justicia ofrezca respuestas tan pobres a los grandes problemas
de la sociedad, sobre todo al de la corrupción, que ha minado la fe de la
ciudadanía en sus representantes, realidad que, al no corregirse, es utilizada
por el comunismo trasnochado y populista para sacar pecho, como si esa
ideología pudiera dar lecciones de justicia y buen gobierno. A ver si se dan
cuenta quienes aún levantan su bandera de que el comunismo fue una gran idea
que no ha funcionado, y que no funcionará. Así que tanto un sistema como otro
tienen ante sí otro formidable desafío: reinventarse. El que lo haga se llevará
el gato al agua.
Otro asunto, tal vez menor, pero que habla a
las claras de la necesidad perentoria de una buena educación para nuestros
hijos, que me ha llamado la atención, es la polvareda mediática que ha levantado en las
redes saber que la princesa Leonor lee a Steveson y a Carroll y le gustan las
películas de Kurosawa, que ha desencadenado un tropel de burlas hacia ella.
¿Por qué? ¿Qué tiene de malo que una niña lea “La isla del tesoro” y “Alicia en
el país de las maravillas”? Os diré una cosa, sobre todo hacia quienes han
secundado las burlas demostrando su ignorancia, cualquier niña o niño que no lea estos dos monumentos
literarios en su niñez puede decirse que ha desperdiciado gran parte de su
infancia. Lo de menos es que no entienda lo que lee, lo que importa es que
disfrute leyendo, y os voy a decir una cosa, si hubo un autor con el que yo
disfruté en mi adolescencia fue con Robert L. Steveson, y lo que siento es no
haberlo leído antes; lo mismo puedo decir de Lewis Carroll. En cuanto a las películas
de Kurosawa puede decirse lo mismo, si las ve es que algo en ellas atrae su
atención, lo cual ya es un síntoma de que tiene curiosidad intelectual, ¿o es
que acaso podemos presumir todos de entender las películas de Kurosawa? Pero
nos gustan. ¡Mira que burlarse de una niña porque tiene gustos poco comunes! ¿Sabéis
el único libro al que yo tenía acceso en mi infancia? El Quijote, del que no
entendía absolutamente nada. Ya lo he leído tres veces, y no descarto una
cuarta.
Una última cosa, ese padre de Arcos de la
Frontera que ha matado a su hijo de pocos meses asfixiándolo, y le dice a la
Policía que lo ha hecho porque se lo ha dicho su teléfono móvil. Me pregunto a
qué extremos de desesperación puede llegar una persona capaz de matar a su hijo
y como única excusa alega que se lo dijo su móvil. Era el propio padre quien lo
cuidaba porque la madre no quería hacerlo, y éste, harto de la situación, le
dio una paliza y mato al hijo. ¿Cómo no
detectan los servicios sociales este tipo de situaciones? Porque ahora cabe
preguntarse, ¿es el padre un hijo de la gran puta degenerado o una víctima de
la sociedad que no aguantaba más y se ha vuelto loco? Aquí lo dejo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)