lunes, 7 de octubre de 2013

BILLETE PARA EL CIELO










  -—Deme un billete,  por favor.
 —¿Destino?
  —¿Qué destinos hay?
  —Todos.
  —¿Todos?
  —Sí, todos menos el cielo.
  —Deme uno
  —¿Adónde?
  —Al cielo.
 —Para el cielo no hay.
 —¿Está seguro?
 —Sí.
 —¿Cuándo habrá?
  —Depende.
  —¿De qué depende?
 —-De la demanda.
  —¿No hay demanda para ir al cielo?
  —No.
  —¿Por qué?
  —Porque  el precio es muy elevado.   
  —¿Cómo de elevado?
  —Es necesario haber observado en vida una conducta intachable.
 —¿Y eso qué es?
  —El precio del billete.
  —Podría pagarlo con mis sueños.
  —Los sueños de los corruptos son sueños robados.  
—¿Y cómo podría devolverlos?
—Vaya a la ventanilla de enfrente.
—Me han dicho que aquí se devuelven los sueños robados.
—¿Los trae usted consigo?
—Pero ¿esto no es un sueño?
—Sí, el único que no ha podio robar.

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